miércoles, 4 de agosto de 2010

Libertad CF




Historia del equipo Libertad C. F.
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El inmediato arraigo del foot-ball en la industriosa ciudad de Huelva dio lugar al nacimiento del primer club de fútbol español, nuestro Recreativo de Huelva. Después nació el Huelva F. C. y seis años más tarde un equipo en el que no había grandes egos pero sí jugadores cuya pasión por este deporte y derroche de energía galvanizaba al equipo en tal medida que, pese a ser modesto, podía enfrentarse con dignidad a otros de superior entidad futbolística. Nos estamos refiriendo al Libertad C. F.
El Libertad C. F. no nació como consecuencia de ningún hecho político tan en boga en aquella época, que, a fuerza de se tan agitada, fue, empero, tan constructiva, sino en base a que era un club que, pese a su modestia, estaba liberalizado de toda atadura, que vivió muchos años sin campo de fútbol, ni “serio” ni “chapucero”, sorteando reveses económicos, salvando escollos y manteniendo muy alto la posición conquistada.
El Libertad nació a impulso de un grupo de entusiastas aficionados, poseedores de ideas liberales que le dieron tan democrático nombre como democrática fue su historia. Por todo ello, el Libertad F. C. es en la historia deportiva de Huelva el prototipo, el ejemplo de un grupo que nunca prende en él el desánimo y que es capaz de luchar contra la adversidad con ánimo siempre renovado. Pero, asistamos a través de la prensa local del 18 de diciembre de 1918, al nacimiento de este bravo equipo:

< La Sociedad cuenta con bastantes elementos y muy en breve se propone jugar en Huelva>>.

El Libertad C. F. nació de la nada el año 1918. Era un grupo de amigos que no poseían ni campo de juego. Así, los muchachos se cambiaban su indumentaria urbana por el traje corto –el que lo poseía- de darle patadas al esférico en plena calle o en un cuarto que le cediera el propietario de algún establecimiento de bebidas. El inconveniente de aquel cambio de ropa era la distancia entre la taberna y el Velódromo y el espectáculo exhibitivo que se daba. Nuestro aserto queda avalado a través de la crónica, vertida en la Revista “Huelva Sport”, número 6, fechada el 24 de abril de 1919, del partido en el que el Libertad se enfrentó al Independencia y en el que se impuso éste último por tres goles a uno:

<<…Ante todo nuestra más enérgica protesta por la desastrosa presentación de los jugadores en el campo, sobre todo los del Independencia ¿Qué menos que usar el pantalón corto, señores? ¿Creen los del Libertad que con solo ponerse unas camisetas azules muy bonitas se sale en traje de sport?
La directiva del Real Club Recreativo tiene el remedio en sus manos. Con no dejar que pisen el campo equipos que se presenten con esa indumentaria se arregla esto en menos tiempo que se emplea en decirlo…
… Se alinearon los equipos en la forma siguiente:
Libertad F. C. Encarnación, Maldonado, Toscano, Borrallo, Millán, López, Bogado y Domínguez.
Independencia F. C. Quintero, Galán, Zaragoza (M. y J.), Llanes, Chamorro, Huerta, Vázquez, Lara y Carmona>>.

Esta diatriba contra el Libertad la considero injusta por parte de los dirigentes de la citada Revista, ya que si no tenían medios para tener el atuendo deportivo ¿Qué podían hacer? Ya, cuando les fue posible tener la indumentaria, el Libertad adoptó pantalón y camisa blancos. No obstante, el club era modesto pero muy ambicioso en el ámbito deportivo. Así, tenía un equipo de infantiles y otro de senior. No podemos detenernos en detallar las crónicas de los partidos que jugaron ambos equipos libertarios, pero las revistas “Huelva-Sport”, números 18 y 23, de las fechas 17 de julio y 22 de agosto de 1919, respectivamente, nos hace conocer los primeros resultados. Así, el sábado 14 de julio del citado año, en partido mixto celebrado entre el Libertad y los juveniles del Recreativo de Huelva se impusieron éstos últimos por 2 a 0, goles de Arroyo y Sarrión en propia meta, y el sábado 16 de agosto de ese mismo año, contendieron en el Velódromo los equipos infantiles del Club Recreativo y el Libertad. El partido finalizó con empate a uno. Y los muchos espectadores que acudieron a verlo, pudieron apreciar jugadas y combinaciones que hubieran suscrito con orgullo muchos de los jugadores consagrados.
En una época en la que el fútbol estaba en expansión, el Libertad era requerido para jugar en los pueblos, partidos que se saldaban unas veces con triunfos, otras con derrotas. Pero éstas, eran un acicate para que la junta directiva del Club intentase mejorar.
El 12 de mayo de 1919, en un buen encuentro el Libertad derrotó por cuatro goles a uno al Sporting F. C.
La progresión de la entidad que historiamos en los años siguientes fue pujante y esperanzadora. Las derrotas fueron disminuyendo, los triunfos aumentaron, lo que conllevó a que aumentara el número de socios y crecieran las simpatías por el Libertad y el férreo nudo económico que lo oprimía que poco a poco ensanchándose. Quizás este cambio deportivo se debió a la llegada de excelentes jugadores como Brasero, del que nos ocuparemos más tarde; Muñoz, Maldonado y Serafín.
Dejamos otras victorias de los años 1923 y 1924 para detenernos en la que cosechó el 3 de septiembre de 1923, en el campo del Velódromo al derrotar al Español F. C. , de Huelva, por un gol a cero, tanto obtenido por Brasero tras pasarse a varios contrincantes; y en las alcanzadas el domingo, 3 de agosto de 1924, ante un equipo integrado por los marinos de la dotación del cañonero “Cataluña” por tres goles a uno en el campo del Recreativo de Huelva y en el que jugaron los dos de manera admirable; frente al Titán, el sábado 6 de septiembre, por 2 a 1, en la que obtuvieron sus jugadores y entrenador doce medallas de plata, goles de Muñoz y Leonardo; el alcanzado en Isla Cristina, en su deseo de proyectarse en toda la provincia, frente al correoso equipo portugués Lusitana F. C., en octubre de 1924, y el que logró, por dos tantos a uno, el día 14 de diciembre, en el campo del Titán, frente al Racing Club.
El mes de diciembre de 1924 fue muy negativo para el Libertad F. C.: Diezmado el equipo (varios jugadores pasaron al Recreativo de Huelva), vacías las arcas de caudales, desertados algunos miembros de su junta directiva, se derrumbó el castillo de ilusiones forjado a lo largo de sus seis años de historia.
El 31 de diciembre de 1924, en partido del campeonato provincial, el Libertad goleó seis a cero, en el campo del Titán, al endeble Onuba, no obstante jugar con diez jugadores y terminar con ocho.
El Libertad renació cual Ave Fénix. Todavía quedaban algunos corazones generosos que se dejaban llevar por el níveo color del Libertad y aunaron esfuerzos, en tal manera, que con los nuevos jugadores ascendió la Sociedad, en 1926, hasta la Federación Regional Sur, donde fue acogida con las mayores simpatías, “dándole entrada y clasificación en la antigua categoría B, jugando aquel año, por vez primera el Campeonato Regional de su grupo, en el que hizo un papel airoso.
Jugó también Campeonato en la temporada 1927-28, y entonces, puede decirse que alcanzó en los campos de juego los triunfos más resonantes. Pueden hablar de ello el Triana y la Agrupación Deportiva del Museo, de Sevilla, y el Titán F. C…”.
En este período (1925 a 1928), el Libertad jugaba en el Velódromo y, en ocasiones, en el campo del Titán, ya que continuaba sin tener campo propio. Este inconveniente lo tenían varios equipos onubenses. Así, en junio de 1925, no tenían rectángulo de juego ni el Gimnástica ni el Libertad, ya que tienen que disputar un partido benéfico y se dice: “…ahora tienen la palabra los directivos de ambos equipos y el Real Club Recreativo que no dudamos cederá su hermoso campo para tal objeto.

Historia del equipo Libertad C. F.
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Detengámonos en algunos de los resultados que obtuvo en estos años:
El día 29 de marzo de 1925, en el Velódromo y en partido a beneficio del jugador del equipo Estrella F. C., Mariano Laguna, el cual se había lesionado un brazo en un partido jugado contra el Gimnástico, perdió 2 a 0.
El 12 de junio de 1925 en partido a beneficio del Batallón Infantil onubense jugó contra el Gimnástico.
El 14 de agosto de 1926, en un encuentro celebrado en el Velódromo y valedero para la Copa “Valero Hervás”, contendió con su eterno rival, el Gimnástico. Al final del encuentro el marcador reflejaba igualada a uno, goles de Brasero y Chzarry, en un partido más que bronco, violento.
En la reseña que anunciaba una semana antes el partido anterior, el redactor deportivo le hacía un ruego al Gobernador Civil:”Sería conveniente que nuestra primera autoridad enviase fuerzas de seguridad al campo del Velódromo a fin de evitar que el público invada el campo a la terminación de la primera mitad del partido, para pasarse a la entrada de preferencia…”.
Las alineaciones que presentaron los dos equipos fueron las siguientes:
Libertad F. C: Ramos, Lavilla, Quintero, Verdugo, Leonardo, Mateu, Vázquez, Moya, Blanquito, Brasero y Del Pozo.
Gimnástico F. C. (Tornero (V), Bazán (J.), Romero (M.), Álvarez (S,), Molina, Saavedra, Ponce (M.), Olito (M.), Muñoz (R.), Salvador (J.) y Pérez (L.).
Finalizando diciembre de 1927, se había desplazado el Libertad F. C. a jugar con el equipo sevillano “Minas de Reunión” F. C., de Villanueva de las Minas, que, en un partido vibrante, lo derrotó por dos goles a uno.
Y la incansable sociedad Libertad F. C. concertó con el Minas el partido amistoso de vuelta. Se fijó la fecha del día 8 de enero de 1928, en el que los “libertarios” irían por el desquite.
El equipo forastero, que llevaba una brillante puntuación en el Campeonato de su grupo, solicitó a la Federación el permiso para desplazarse a Huelva en la citada fecha, ya que le correspondía ese día actuar en partido de campeonato.
Y el día 8, con el Velódromo repleto de aficionados, en un partido de singular densidad, el equipo huelvano le dio una soberana lección de fútbol al Minas de Reunión al que venció por dos goles a cero.
En verdad, a base de tesón el equipo que historiamos había sabido situarse entre los mejores conjuntos existentes en nuestra capital en 1928. Pero, negros nubarrones se cernían sobre el Libertad F. C. Así, la Federación Regional Sur prevenía a los clubes, “que aquellos que no tuvieran campo de juego no tomarían parte en el Campeonato de la siguiente temporada”. La noticia les cayó a los libertarios como un jarro de agua fría. ¡Ellos no podrían disputar el campeonato, ya que no disponían de campo propio!
Llamaron a varias puertas pero ninguna de ellas les dio el dulce consuelo de cederle un trozo de terreno para convertirlo en su campo. Por fin, la Excma. Sra. Condesa de Mora Claros, cedió, frente a la plaza de toros de la Merced, a las primeras insinuaciones todo el terreno que necesitara. Meses más tarde, en un sencillo acto, los dirigentes del Libertad pronunciaron las palabras necesarias para enaltecer las altas dotes que adornaban a tan esclarecida e ilustre dama y agradecerle tan deportiva y espléndida donación.
Conseguido el objetivo, un enjambre de jugadores, directivos y simpatizantes del Club trabajaron como hormigas, poniendo de sus propios bolsillos las pesetas necesarias para que cristalizara su sueño. Así, tras laboriosas y prolongadas jornadas de trabajo los diversos diarios de nuestra capital anunciaban la inauguración del campo en partido en que serían anfitriones del Real Club Recreativo de Huelva que se celebraría el 24 de febrero de 1929.
Aquella jubilosa jornada para el fútbol huelvano contendió una Sociedad de luengas y níveas barbas como correspondía al club más antiguo de España, con un club que reiniciaba su trayectoria al comenzar la vida del nuevo campo de juego que, en honor de la Condesa, se llamaría “Mora Claros”. Lo de menos fue que aquel fuese un día desapacible o el resultado del partido. Lo más importante, era que los libertarios tenían ya su campo.
Aquel partido causó una expectación inusitada, que se tradujo en que un buen ingreso económico: las numerosas y ocupadas sillas que cercaban el rectángulo de juego permitieron que el Club ingresase las pesetas necesarias para pagar al pintura del campo, al carpintero, al forjador de hierro…
Traigamos a este proscenio histórico algunos partidos celebrado en el campo “Mora Claros”:

Diario de Huelva, del 11 de octubre de 1929:
< Éste, estará integrado por sus mejores elementos, ya que los partidos que concierta son para tener el suficiente entrenamiento y formar un once de valía. En cuanto al reserva recreativista, irá formado por idénticos jugadores al del pasado encuentro, por lo que el partido promete resultar muy entretenido>>.

“La Provincia” del 2 de diciembre de 1929:
< Ayer tarde se celebró en el campo del Libertad, el partido amistoso anunciado entre el equipo amateur del Real Betis Balompié y el primer once del Libertad F. C.
El encuentro, en su totalidad, no llegó a agradar al respetable, a causa de la bondad del árbitro, que no hizo nada desde un principio, para evitar el juego violento, y debido a ello, Murto, que con los demás compañeros de la línea delantera del Club Decano reforzaba el team libertario, resultó lesionado en una pierna, a la mitad del segundo tiempo, teniendo que retirarse del campo.
Fue sustituido por Brasero. Lo mejor del partido fue el primer tiempo, en el que el juego se desarrolló más igualado y pudimos ver arrancadas de una y otra parte, pues en la segunda mitad el dominio de los locales fue bastante intenso y no vimos nada que nos interesara.
Cinco goals lograron los de casa, siendo autor de los tres primeros, Murto, que fue el que dio más rendimiento del equipo. El primero hecho en un remate de cabeza a un buen centro de Fernando y los otros dos de schoots imparables por los laterales.
La primera parte terminó con tres goals a cero a favor del Libertad, por uno del Betis, éste conseguido de penalti, por mano dentro del área.
Los dos tantos restantes de los blancos fue marcado el primero por Resti, de un schoot que dio en el lateral y entró en la meta, siendo logrado el último de penalti, también por mano dentro de la línea fatídica. Otro penalti con que se castigó al Betis, fue enviada la pelota a las manos del guardameta.
En cuanto a los forasteros se mostraron codiciosos y compenetración, sin embargo delante de la puerta no tenía artilleros. Lo mejor que traen es el defensa derecho y la línea media.
De los locales, Murto y Fernández en la delantera y de los demás quintero en la defensa. El guardameta tuvo que actuar poco.
De referee actuó el Sr. Saavedra que tuvo sus lunares en el arbitraje>>.

“La Provincia” del 7 de enero de 1930:
<>.

A lo largo de su trayectoria el Libertad fue una cantera excepcional de la que salieron magníficos jugadores de la talla de Resti, Durán, Fernández… Caso especial fue el de Adolfo Brasero García, que se forjó en las filas del Libertad F. C., pasando de éste al Titán y Recreativo de Huelva hasta llegar triunfador a clubes del prestigio del Real Madrid y Atlético de Aviación –actual Atlético de Madrid-, Sevilla, Salamanca, etc., y, más tarde, como entrenador, llevó al Real Jaén a la División de Honor, al Algeciras a disputar la liguilla de ascenso a Segunda División…
Este club en el que floreaba la democracia en su nombre y en su historia, no alcanzó la etapa de la II República española. Aunque el Destino, que todo lo puede, decidió que el epílogo de su historia se diese en un partido de homenaje a Pepe Núñez “El zapatero”, celebrado en el Velódromo el día 7 de julio de 1945, a las ocho de la noche, en el que nuevamente vistieron el uniforme blanco de sus amores los jugadores de su última etapa: Pepillo, Lavilla, Quintero, “el Manco”, Eduardo, Rodríguez, el gran Brasero, Carlos, en definitiva, una constelación de estrellas del fútbol onubense.













lunes, 26 de julio de 2010

La silla







Una cómoda Historia Menuda: la silla
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La silla ocupa en el total del mobiliario un lugar muy poco preponderante y parece que, con ser tan natural su existencia, no posee ni arte ni historia. Sin embargo, ocurre todo lo contrario, y de su existencia ya se tienen noticias en tiempos de los egipcios. En la Edad Media, las sillas eran muy abundantes pero poco cómodas. En el Renacimiento tomaron numerosas formas y estilos. Esta Historia Menuda la vamos a dedicar a las vicisitudes de las sillas en nuestra capital.

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miércoles, 30 de junio de 2010

Emilio Silvera





Emilio Silvera Vázquez, por el cosmos de la ciencia
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Emilio Silvera Vázquez ha escrito centenares de artículos, la mayoría de ellos de temas científicos y dedicados al espacio sideral y goza de un gran prestigio allende las fronteras de Huelva. ¿Cuál ha sido el secreto de su éxito?
Sobre Emilio Silvera, no se ha escrito todavía una biografía imparcial y completa, un extenso artículo que nos ayude a comprender su compleja y descollante personalidad. Realicemos en esta Historia Menuda un breve bosquejo suyo.
Emilio Silvera nació el 14 de enero de 1940 en la onubense calle Fernando el Católico, en el portal rotulado con el número 30. Con el transcurrir de los años esa casa la compró, la vendió más tarde y ahora vive en una que adquirió exactamente enfrente.
La Huelva de su niñez era marinera, de calles estrechas como la de Enmedio, vía de bastante enjundia choquera, con algunos adoquines levantados, pero mucha Historia.
Su ascendencia era netamente marinera. Así, su abuelo, Emilio Silvera Gutiérrez, era un marinero que llegado de la dulce Galicia se afincó en Huelva y llegó a tener una pequeña flota de barcos “caballeros” de Huelva. Su padre, Joaquín Silvera Gutiérrez, había nacido en la calle Miguel Redondo y su vida transcurrió viendo como las olas tejían una gran sinfonía de cristal en la ría que tenía tal transparencia que se veía su fondo. Era aquella vieja Onuba en la que sus hijos, tras rezarle al Cristo de la calle Enmedio, al embarcarse y perder de vista la torre de la Concepción se restregaban apresuradamente los ojos y se entonaban por fandango para que no se advirtiese la honda emoción que sentían al abandonarla
Su padre le contaba que ellos cogían la caballa como en los tiempos heroicos de la vela, con la caña. Así, lanzaban al agua un lenguado que ellos preparaban con sardina y las voraces caballas se lanzaban a comer el cebo en tal cantidad que no les daban tiempo de cogerlas, decía que era maravilloso. El barco, como si se tratara de una pesca milagrosa, se llenaba de caballas y ellos las llevaban a las almadrabas de José Tejero donde fabricaba las conservas. No todas llevaban este destino, así se zahorraban -se limpiaban, en el argot antiguo- se colocaban por parejas y después los vendedores ambulantes mediante un simpático pregón las vendía por las calles a perra gorda el par.
Emilio Silvera nos dice que no necesita cerrar los ojos para ver aquella Huelva entera y viva, como si en lugar de una ciudad se tratase de una criatura: Ve a José Silvera que era pocero, como cuidaba de los barcos de pesca que venían. Se dedicaba a la gamba fresca de Huelva, en los antiguos saladeros de nuestra capital. Después han seguido con la tradición sus primos Paco y Ángel, que pusieron un saladero fresco de gambas que tienen en la actualidad, regentado por sus hijos. Es la gamba que se manda a Madrid. Y es tal la fama de la gamba que su primo Paco todas las navidades se las manda a Miami a Julio Iglesia. Pero, continuemos con la biografía que nos ocupa.
Fue en el Colegio “San Francisco” donde Emilio Vázquez inicio su educación a los cuatro años. Recuerda que en el citado colegio había un patio con una escalera que bajaba a la iglesia y que diariamente los alumnos asistían a la Santa Misa antes de ir a clase. Curiosamente su padre estuvo en el mismo centro cuando popularmente se le conocía como “de Manuel Siurot”.
Emilio Vázquez ha guardado siempre un recuerdo muy vivo y cariñoso de sus maestros: don Antonio Castilla, Juan Garrido, don Manuel… en este época se hizo muy amigo del Padre Laraña y se paraba mucho a hablar con él en la calle Palos. Un día le dijo: “Padre, he dejado el colegio porque no tengo más que aprender”. A lo que contestó el jesuita: “Mira, vamos a hacer una cosa. Mañana vas a mi colegio, el “Madre de Dios”, te hacemos una prueba y puedes estar otro año más en el colegio”.Tras el examen, lo mandaron a la sexta clase. Como maestros tendría a José Samaniego, Nicolás Sierra, Eduardo Bonachera Pombo…
En el Colegio de la Alameda Sundheim estuvo sólo un curso y a pesar de que Emilio Vázquez había demostrado desde niño una inteligencia poco común, la necesidad económica impulsó a que su madre lo colocara en la zapatería de “El Portugués”, situada junto al Hotel Victoria, en la calle José Nogales, para que aprendiera el oficio de zapatero. Su madre quería protegerlo a toda costa, ya que tenía parálisis en una de las piernas y veía que lo mejor para su futuro era que aprendiese un oficio. Pero, cuando poseía todos los conocimientos de un buen zapatero se dio cuenta de que no le gustaba. Y acaeció que Manuel Domínguez Martínez (en la actualidad decano de Economía) vivía fronterizo a su casa, a él acudió y le dijo que él no quería ser zapatero. El ilustre economista le dijo: “¿A ti te gustan los libros?”. “Mucho, don Manuel –contestó ingenuamente el muchacho- más que leerlos, me los como”. Entonces lo mandó a la Academia “La Milagrosa”, que era de su propiedad. Allí un maestro le hizo unas pruebas y le mandó a una de las clases.
Los primeros meses fueron difíciles para él: Había salido del colegio a los 9 años y en la clase sólo hablaban de activo, de pasivo y de otras materias de las que no tenía ni idea que existieran. Pidió libros prestados de 1º y de 2º de Comercio y comenzó a estudiar por su cuenta con un horario muy especial: A las ocho de la mañana entraba a trabajar en la zapatería donde permanecía hasta las seis de la tarde. Corría velozmente a su casa, se cambiaba de atuendo y se iba a las siete a la Academia donde estudiaba hasta las ocho y cuando salía de ella estudiaba en aquellos libros prestados. A partir de este momento empezó a destacar entre sus compañeros como un estudiante excepcional. Llamaba la atención por su rigurosa austeridad. Parecía que sólo le interesaba el estudio. su materia preferida era la que tenía relación con números y cifras, pues desde el principio le entusiasmaron las matemáticas, si bien se interesó también por las cuestiones económicas y financieras. En definitiva, que a los dos años el maestro de la Academia se fue y, tras unas pruebas del director de la Academia, él se quedó de maestro de un grupo que se preparaba para la Banca al que le impartió Matemáticas Comerciales. A renglón seguido, don Manuel Domínguez lo empleó en su oficina, Ofiteme, especializada en asesoramiento de empresas, gestiones con Hacienda, Seguros Sociales… y tenía tantos deseos de aprender, se mostraba tan severo para sí mismo, que era el primero en entrar y el último en salir de la oficina. Y ocurrió que cuando llegó a “Ofiteme” había catorce empleados y cuando salió de la misma sólo eran cuatro, tres que le ayudaban a desarrollar todos los asuntos y es que cuando uno se marchaba de la oficina él se hacía cargo de su tema.
Se independiza de la Empresa y como no ganaba lo suficiente, hizo las oposiciones para Gestor Administrativo, se tituló en Agente de la Propiedad, se hizo Administrador de Fincas, obtuvo la Diplomatura en Derecho Tributario en la Escuela Superior de Derecho Empresariales en Barcelona. No cesó en su empeño de aprender y en la actualidad posee otros títulos y abrió una Gestoría en la Gran Vía, Gestoría “Silvera”, que más tarde trasladó a la calle Palos, número 21, en la que actualmente dedica medio día al trabajo a una clientela escogida y el otro medio a su gran pasión: la Astronomía y la Física.
Un bosquejo biográfico no está completo si no se aborda la parcela sentimental. En este sentido, tras separarse de su primera señora a los veintitantos años contrajo segundas nupcias con Juana Mª Toscano Rodríguez, funcionaria de Transporte. De esta feliz unión, han nacido Isaac, que tiene 22 años y está terminando Derecho y Empresariales en la Universidad “Carlos III”; María, que estudia en el Conservatorio Superior Clave, porque ya es pianista profesional, y está terminando Pedagogía. Los otros dos, Alicia, de 14 años y Emilio, de 15 estudian en el “Funcadia”.
Siempre le había gustado leer, pero un día descubrió que el hombre, inerme ante las fuerzas cósmicas, encuentra en las ciencias un redentor heroico y un poderoso instrumento de control y previsión, y a partir de entonces se dedicó a la Física y Astronomía. Un día cayó en sus manos un libro de divulgación científica de Isaac Asimov y quedó subyugado. Comenzó a leer todo lo que encontró del citado autor y descubrió que un literato de ciencia ficción. Tras superar a Asimov dedicó su entusiasmo a otro científico y fue avanzando cada vez más en el tema hasta el punto de escribir un libro titulado “El Universo y la Mente”, tratado de Astronomía, Física y de la Mente Humana. Tras intentar en vano que se lo publicaran, regaló el libro a través de Internet, con tal éxito que superan los 30.000 ejemplares que han retirado y siguen llevándoselo. En estos instantes, está finalizando un segundo libro de Física y Astronomía que se titulará “Desde los Quarks hasta el Universo”. Va a ser un volumen copiosísimo, ya que si con cuatro libretas de 200 páginas cada una compone un libro de 600 páginas, en la actualidad tiene escritas más de ochenta.
Hace años, se asoció a la Real Sociedad Española de Física, a través de la ue muchos de sus trabajos han sido divulgados y con la que colabora. Al mismo tiempo, está adscrito al grupo especializado de Física Teórica y al de Astrofísica. Es tal su categoría que cuando se celebró la inauguración del Año Internacional de la Astronomía, fue el único huelvano que recibió invitación. Como consecuencia de ello, le hicieron varias entrevistas en los periódicos y revistas, estuvo en la cima de la Astronomía en España, colaboró en el Año Internacional de la Astronomía…
Uno de los mayores valores de Silvera Vázquez como escritor científico, es la capacidad que tiene de “comunicar” con el lector. En seguida, en cuestión de pocas páginas e incluso líneas, Silvera sabe captar el interés de quien lo lee, y así, como cogido de la mano, le conduce a lo largo de toda la obra hasta el final, al que se llega por lo general de añoranza, de “querer más” (por suerte que en su producción siempre hay más). En este sentido, ha escrito numerosísimos escritos y en su página de Internet ha recibido más de seiscientas mil visitas
Como conferenciante en Institutos, su verbo cálido y entusiasta hace que divulgue con claridad temas de ciencia (cómo se forman las estrellas, cómo nacen, cómo es su vida, qué es un agujero negro…) o de cultura, ya que considera que la exposición clara no está reñida con la rigurosidad científica ni con la exactitud histórica
Y así sigue escribiendo a diario para Internet, ora tema de Astronomía, ora de Física, ora de la Mente, en “Observatorio Imfo” (Imagen Astronómica del Día, de la NASA); divulgando la ciencia ante el público en general, terminando una trilogía de ciencia ficción científica, ya que Emilio Silvera Vázquez es, en definitiva, ante todo un estudioso y un erudito que ama profundamente el saber y detesta la ignorancia.

jueves, 17 de junio de 2010

Anecdotario deportivo huelvano




Miscelánea deportiva onubense
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Año 1933: El Chelsea F. C. en nuestra capital.
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Una de las notas culminantes de la Primera División en Gran Bretaña la constituye el Chelsea Foot-ball Club, por su brillante trayectoria, la calidad y deportividad de sus jugadores, la valía del entrenador de turno, su excelente terreno de juego, su deportiva afición, fiel a la asistencia de todos sus partidos y su fama universal que lo ha hecho disputar partidos en medio mundo. La última de las cualidades citadas (la de jugar partidos en otros países o continentes) no se prodigaba en los años veinte y treinta del siglo pasado como ocurre en la actualidad. Por eso, es una nota simpática que un club como el Chelsea viniera a jugar a nuestra ciudad con un equipo huelvano modesto, pero esforzado, el Independencia Fútbol Club. Recordemos, a través del diario “La Provincia” del día 14 de agosto de 1933, las circunstancias de aquel partido que ha pasado desapercibido para la mayoría de los historiadores:

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jueves, 3 de junio de 2010

Ernesto Lazo





Ernesto Lazo Gómez, con Huelva en los labios. (I)
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Ernesto Lazo nació en Huelva el día 12 de noviembre de 1921. Su padre, don Manuel Lazo Martín (fundador, en 1907, del periódico “Educación Popular”), haciendo gala de la tenacidad increíble que moldearía para siempre su carácter y con ello su destino, no se conformó con la suerte que en aquellas fechas le estaba destinada a los maestros y desempeñó el cargo de gerente de Tabacalera en nuestra capital. Su madre, Josefa Gómez Sánchez, era ama de casa. Ernesto era nieto del maestro Manuel Lazo Real.

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jueves, 20 de mayo de 2010

Azulejo del Nazareno

jueves, 6 de mayo de 2010

Monumento al Espíritu Olímpico





El Monumento al Espíritu Olímpico

Uno de los aspectos de la vida de la antigua Grecia que el hombre moderno admira más y lo justiprecia en alto grado es la importancia que los griegos daban a los ejercicios físicos, hasta el punto que para ellos, el hombre perfecto, la persona de bien, el varón modelo a seguir, no era el culto y bueno, sino el que unía a las virtudes morales la belleza corpórea y la salud física, es decir, el que era, como decían , “hermoso y bueno” (kalós kagathós).

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