martes, 9 de septiembre de 2008

Central de electricidad "San José y San Antonio"







Central de Electricidad "San José y San Antonio"
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En la ciudad de patios porticados, de casas blanqueadas, de callejas dominadas por el olor a damas de noche y a salitre, evocadoras de romances, en la Huelva de principios del siglo XX, su iluminación nocturna se basaba en una clara luz de gas que alumbraba en unos mecheros que tenían vida como las velas. No obstante, en distintos establecimientos ya disponían de luz eléctrica. Pues bien, en esta capital existía un hombre, dechado de honestidad y amor hacia su patria chica, Huelva, que todo lo que tocaba lo convertía, cuan un rey Midas, en oro y que estaba dispuesto a que la promoción de su ciudad fuese una realidad: Antonio de Mora y Claros.

En los años de desenfrenada, febril actividad, en las que todas las horas del día no eran suficientes para desarrollar sus numerosas ocupaciones laborales, políticas y sociales, en el período comprendido entre 1905 a 1911 desarrolló todas sus aportaciones. Una de ellas, la creación de la Fábrica de Electricidad “San José y San Antonio”, se encargaría de proporcionar el fluido eléctrico a todos los locales y casas particulares de la ciudad a lo largo de más de dos épocas.
En la “Guía de Industria y Comercio”, que vio la luz en 1917, quedan citadas como únicas Fábricas de Electricidad existentes en tal fecha la de “The Huelva Gas and Electricity Compañía Limited”, que limitrofeaba con la Plaza de Toros de la Merced y que, en 1920, ya había cesado en su actividad; y la que historiamos, que se situaba en las proximidades de Peguerillas y que disponía de un magnífico y espacioso edificio.
En 1919, estando las arcas municipales vacías, la Fábrica “San José y San Antonio” suministró fluido eléctrico a la ciudad de Huelva sin que le cobrase la menor cantidad. Ese mismo año, Antonio de Mora y Claros cambió el alumbrado de gas por el de electricidad, y dotó a la ciudad, sufragado de su peculio particular, de un eficaz servicio de Bomberos.
En las actas municipales del 18 de junio de 1920, podemos apreciar el generoso impulso del ilustre patricio hacia su ciudad natal:

<<…El Sr. Silván expuso que ha observado el cambio del alumbrado eléctrico por gas, sin que el Ayuntamiento haya adoptado acuerdo alguno sobre el particular. El Sr. Presidente -se refiere al Sr. Mora y Claros- dijo que había ocupado la presidencia previamente para das las explicaciones que había de requerir el Sr. Silván, que el que habla es el propietario de la Central Eléctrica “San José y San Antonio” de la Fábrica del Gas, por lo cual ha creído conveniente hacer ensayos para el alumbrado público por gas a fin de que el Ayuntamiento pueda adaptar el que crea más conveniente y en tal concepto de ensayo se ha cambiado el alumbrado por el de gas en varias calles y en la plaza de las Monjas, que reitera lo que tiene ya manifestado y consta en acta; respecto al cobro del alumbrado en tiempo en el que el orador desempeñaba la Alcaldía añadiendo que para poder transferir lo que hubiera de gastarse el alumbrado y expresarse al final de año hace desde ahora solemne y expresa renuncia del importe de dicho alumbrado durante todo el presente año, fuese o no alcalde el que habla, comprometiéndose por último a no estudiar contrato con el Ayuntamiento para el citado alumbrado al que continuaría suministrando como si se tratase de un nuevo abonado y todo esto ejerciendo la Alcaldía como cuando abandonó dicho cargo…>>.

En mayo de 1920, la Fábrica de Electricidad de don Antonio va ampliando su número de clientes y, por ese motivo, solicita al Ayuntamiento la ampliación de sus instalaciones. En las Actas del 2 de junio de 1921, podemos leer la concesión del permiso solicitado:

<<…Dar permiso a don Antonio de Mora y Claros para ampliar su Fábrica de Electricidad sita en la carretera de Gibraleón con arreglo al plano que acompaña y autorizar a la Alcaldía para expedir la oportuna licencia para instalar en la Fábrica dos motores de 365 H. P. y un motor “Diesel” de 265, una vez transcurrido el plazo de agravios, sin que se formule reclamación alguna…>>.

Días después, 17 del mismo mes y año, el Ayuntamiento solicitaba a la Fábrica de Electricidad el coste del fluido que necesitaba para la iluminación de las escasas calles que ya disponían de este avance tecnológico:

<<…Se dio lectura a un informe de la Comisión Especial de Alumbrado, exponiendo que ha pedido a la Central Eléctrica “San José y San Antonio”, única existente en nuestra ciudad, nota de precio para el suministro de fluido eléctrico y de gas.
El precio señalado por dicha Central es de 35 céntimos de peseta por el metro cúbico de gas y 80 céntimos de peseta por el Kilovatio de electricidad cuya disminución a 60 en toma de peseta será posible cuando terminen de instalar los tres motores que en la actualidad se ha instalado en dicha Fábrica…>>.

La muerte de Antonio de Mora, acaecida en 1922, no significó el fin de la Fábrica de Electricidad. Así, en el Legajo, número 897 del Archivo Municipal de Huelva, podemos leer un trámite llevado a cabo, en octubre de 1923, por Francisco Hernández Espleguero, Administrador de la Central Eléctrica “San José y San Antonio”, sita en la carretera de Gibraleón, número 150. Posiblemente esta Central se mantendría vigente y enlazaría históricamente, en los años treinta, con la prestigiosa Compañía Sevillana de Electricidad, tan arraigada en estos lares.

1 comentario:

MALATAO dijo...

Felicidades por tu trabajo de investigación sobre la vieja y no tan vieja Onuba. Tengo una pregunta: ¿dónde estaba esta central eléctrica? ¿Cuándo desapareció el edificio?